Padre Director

PASAJES DESTACADOS DE LA HOMILÍA DEL PADRE JUAN ESTEBAN PARA ESTE PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

El Evangelio nos muestra a Jesús llevado por dos espíritus con un objetivo primordial. Es llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por el diablo, y esto se menifestará en tres oportunidades. Pero también es llevado por el diablo dos veces para mostrarle el esplendor de las cosas del mundo. En este ser llevado que vive Cristo podemos reflexionar nosotros sobre la forma que tiene Dios de intervenir en la vida del hombre (ese "llevarnos"), muy contraria a la que nos ofrece el diablo.
El Espíritu Santo nos lleva al desierto no para evadirnos de los problemas (los verdaderos problemas; que son los que llevamos dentro y no los que nos inventamos diariamente), sino para encontrarnos con nosotros mismos, justamente en lo que tenemos y llevamos dentro. Es el lugar donde descubrimos verdaderamente lo que somos y lo que tenemos dentro, encontrarnos con nuestro verdadero yo. Por otro lado el diablo nos ofrece llevarnos hacia lugares altos donde podamos ver la opulencia de un mundo que está muy fuera de nosotros y de esa manera olvidarnos de lo que somos y evadirnos de nuestras dificultades.
El demonio tienta a Jesús por tres veces: primeramente lo hace con el pan y la respuesta nos interpela hoy a nosotros: "no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Hoy, nosotros, en lo personal, ¿vivimos alimentados del Evangelio?; y como comunidad, y a pesar de lo bien que hacen las obras de caridad con los que menos tienen, ¿hacemos el compromiso por predicar el evangelio? ¿damos a conocer a Jesús a quien no lo conoce?
La segunda tentación tiene que ver con tentar el poder de Dios, y Jesús reprende al demonio diciendo: "no tentarás al Señor, tu Dios". Esta respuesta cobra para nosotros un valor muy actual. ¿cuántas veces tentamos el poder de Dios? ¿cuántas veces lo ponemos a prueba? Le reclamamos que por qué permite que sucedan estas cosas, como si el hecho de que nos fuera bien o mal depende de su presencia y de su actuación: me va bien, Dios está conmigo; me va mal, entonces no está. Dios no nos ama más porque nos evite sufrimientos.
Y la tercera tentación apunta a la adoración que le debemos a Dios: Jesús es tentado por el demonio con todas las riquezas de la tierra a cambio de adorarlo. Y la respuesta no se hace esperar: "sólo adorarás al Señor, tu Dios" ¿A quién adoro con mi propia vida? ¿es Dios el dueño de mi corazón? ¿o las cosas del mundo ocupan su lugar? La Cuaresma que acabamos de comenzar es el mejor momento para descubrirnos hijos de Dios, para dejar que Él ocupe su lugar en mi corazón, y que sea Él quien me lleve, quien me guíe.

Qué así sea...
_____________________________________________________________________

NUESTRO PADRE DIRECTOR NOS ESCRIBE

24 de Febrero de 2011

A los miembros de la Comunidad Educativa
del Colegio Don Bosco


Es una costumbre de hace algunos años escribirles una carta a los chicos del Secundario que la van a tener en sus agendas y que  es el sueño que llevo en mi corazón para el año que se inicia. Pensando en lo que quería compartir con ustedes también al inicio de este año, en un momento clave como es un día 24, que recordamos y festejamos a María Auxiliadora, me di cuenta que lo mejor era entregarles lo mismo que a ellos, ya que es un sueño para toda la Comunidad Educativa. Por eso copio aquí lo que escribí hace unos días:
Muy queridos chicos
Tengo el corazón agradecido por el regalo que Dios me hace de compartir otro año más con ustedes. Es mi sincero deseo poder estar más, acompañarlos mejor, darles más tiempo; porque eso es también lo que yo decidí vivir cuando quise ser salesiano.
Y hablando de mi vocación salesiana, pienso en la vocación de cada uno de ustedes. Toda vocación supone un llamado; hay Alguien que habla, que llama, que invita; y hay alguien que escucha y responde. Por eso, la vocación no es sólo algo especial para los que Dios quiere que sean sacerdotes o consagrados. Desde nuestro bautismo todos hemos sido llamados a estar con Él; esa es nuestra vocación, eso es ser cristiano: responder al llamado de estar con Jesús. Dominguito Savio lo decía con mucha simpleza, “mis amigos serán Jesús y María”. Pienso en ustedes y en este llamado que cada uno lleva guardado en su corazón y, además de llenarme de alegría, me pregunto cómo hacer para ayudarlos a escuchar ese llamado, para acompañarlos en este descubrimiento, para que cada uno aprenda a escuchar su propio corazón y a escuchar a Dios, que habla ahí, en lo más profundo y silencioso de ese sagrario que llevamos dentro.
¿Cómo?
1.                  Hago un pedido especial a los educadores, a aquellos que tenemos la vocación de acompañar procesos, de estimular capacidades, de cuidar los sueños de nuestros chicos; a ellos les pido que sean verdaderos guías espirituales de los jóvenes; no olvidemos el motivo por el que estamos en el colegio Don Bosco y cuál es, siempre, el fin de toda nuestra tarea educativa: acompañar el camino de los chicos ayudándolos a construir su propio proyecto de vida, desde la escucha atenta de la Palabra y del propio corazón. Se los pido por favor, se los suplico! Los chicos nos necesitan así.
2.                   Una invitación fuerte para toda la comunidad a profundizar y comprometernos en nuestra vida de oración. Mis queridos chicos, hay que rezar y rezar mucho. El ambiente del Oratorio de Don Bosco fue un ambiente impregnado por la oración; Don Bosco es un hombre de oración sencilla y constante, vivía siempre en conexión con Dios, y eso enseñó a sus chicos. En el Oratorio se rezaba mucho. Eso quiero del Colegio Don Bosco, eso quiero para nuestra Casa, que sea un ambiente de oración. Recemos, aprendamos a rezar, enseñemos a hacerlo; aprovechemos todos los momentos que tenemos en el día y animémonos a proponer otros espacios nuevos para la oración; pongámosle vida a nuestras Eucaristías, a los recreos de la Comunión, a las Confesiones, a las oraciones de los Buenos Días y de inicio de algunas horas de clases, a nuestra devoción a María Auxiliadora; recuperemos los espacios de encuentro con Dios, con uno mismo y con los demás, como son las convivencias, los retiros; aprendamos a rezar con la Palabra de Dios.
3.                  Un sueño que arde en mi corazón, ser una comunidad con un fuerte compromiso con los más necesitados. Sólo teniendo verdaderos guías espirituales y viviendo en un ambiente de sincera y profunda oración, nacen miles de iniciativas de compromiso con los hermanos, especialmente los más necesitados. Demos gracias por tantos proyectos y acciones concretas de solidaridad que ya vivimos en nuestro Colegio. Podemos hacer mucho más, podemos hacerlo mejor, podemos hacerlo con otros. Hemos recibido tanto! Y gratuitamente; demos también gratuitamente. Hagamos colectas de ropa, juguetes o dinero, pero sobre todo hagamos experiencia de conocer la realidad de otros chicos, vayamos a sus lugares, pidamos a los Profes que nos ayuden a organizar convivencias, jornadas deportivas, visitas culturales, trabajos comunitarios, etc., con Instituciones o lugares de mayor pobreza o necesidad.
Mi sincero deseo de vivir un hermoso año. Los encomiendo al cuidado especialísimo de nuestra Madre Auxiliadora y a la mirada siempre atenta y cariñosa de nuestro amado Papá Don Bosco

Esto lo escribí antes de la reunión de ECCEP (Equipo Coordinador de la Comunidad Educativo Pastoral) que tuvimos el pasado martes, en la que retomamos lo que veníamos trabajando por sectores el año pasado cuando tuvimos que preparar un trabajo pedido por el

P. Inspector, junto con lo vivido en la Jornada de Pastoral el sábado pasado, donde se nos presentó la consigna que el Rector Mayor nos propone para este año. En esa reunión buscamos juntos cuáles serían aquellos pilares donde apoyar toda la vida de la CEP en este 2011; esos sueños o caminos por los que haremos transitar a la CEP durante todo el año; y quisimos ponerles el nombre de “llamadas”, para estar en sintonía con el lema del Rector Mayor. Y quedé sorprendido al ver la coincidencia entre lo que les escribía a los chicos y todo lo que salió en esa reunión. Estas llamadas son cuatro y son justamente eso, llamadas; es decir, algo que escuchamos como Comunidad, algo que Alguien nos está diciendo, pidiendo, esperando de nosotros y, por lo tanto, algo que exige una respuesta. De eso se trata la vida de la Comunidad del Don Bosco: responder a estas cuatro llamadas, todos juntos, en cada sector, cada uno de nosotros.
El ECCEP está conformado por representantes de cada uno de los sectores de toda la Obra (salesianos; colegio; MJS; administrativos y personal no docente y mamás Margaritas; Movimiento Salesiano; Familia Salesiana) y somos los responsables de transmitir, animar y evaluar la concreción de estas cuatro llamadas. Cada sector verá el modo propio y característico de vivirlas. Así, toda la CEP y cada uno de nosotros estará movido por lo mismo, llamado a lo mismo, en cualquier sector que esté.
¿Cuáles son esas cuatro llamadas?

  • COMUNICACIÓN (Mc 7,31-37): aprovechar y potenciar o crear vías, modos, estilos, espacios de comunicación entre los sectores de la Obra y entre los miembros de esos sectores.
  • FORMACIÓN (Mt 5,1-2): volver a Don Bosco, poner en él la mirada, para poder vivenciar fuertemente el Sistema Preventivo, pasando de la teoría a la práctica, de la simpatía al amor, y revalorarlo como herramienta privilegiada del proceso de educación-evangelización.
  • SOLIDARIDAD (Lc 19,29-37): manifestar una clara opción de predilección por los más necesitados, apoyando las iniciativas de solidaridad que ya existen en la Comunidad y entrando en contacto con la realidad concreta de los más pobres.
  • ACOMPAÑAMIENTO (Lc 24, 13-35): crear un ambiente donde los agentes de pastoral seamos verdaderos guías espirituales, capaces de orientar a los chicos hacia un proyecto personal de vida que les ayude a conocerse a si mismos, a madurar en la fe, a leer su propia vida e historia desde la Palabra y asimilar los valores del Evangelio.

Deseo, sueño, les pido!! que estas cuatro llamadas sean la música de fondo de toda la CEP y que cada uno se haga responsable de la llamada que está escuchando; “el que tenga oídos para oír, que oiga”; este es el modo concreto de formar parte verdaderamente de la Comunidad.

Mi sincero deseo de vivir un hermoso año. Los encomiendo al cuidado especialísimo de nuestra Madre Auxiliadora y a la mirada siempre atenta y cariñosa de nuestro amado Papá Don Bosco